¿CÓMO SUPERAR UNA ENTREVISTA DE TRABAJO?
Para comenzar, es necesario dejar claro que no existe un método infalible para superar una entrevista de trabajo y conseguir el puesto en todas las ocasiones.
Esto es debido a que, como decimos, puede que sepas cómo seguir correctamente un proceso de entrevista, pero que finalmente, no encajes en el perfil que buscaban. No obstante, lo que sí está en nuestras manos es aumentar las probabilidades de resultar un candidato potencial, siguiendo una serie de pautas de comportamiento y estando preparados para lo que una entrevista nos puede deparar. Por ello, a continuación, se proponen diversas claves para superar una entrevista de trabajo con éxito.
Cíñete escrupulosamente a la hora de la cita. Llegar excesivamente pronto no da buena imagen, pero siempre es mejor que llegar tarde. Para evitar que un contratiempo inesperado te juegue una mala pasada, confirma las coordenadas exactas del lugar de la entrevista -dirección, edificio, piso...- y el procedimiento para acceder a las instalaciones. Pregunta sobre cómo llegar y, si tienes que ir en coche, asegúrate de que es fácil aparcar. Solicitar una plaza de parking en primera instancia puede que no resulte adecuado, tiempo habrá de negociarlo cuando el puesto sea tuyo.
La forma de saludar dice mucho de la personalidad del candidato. Por ello, muestra iniciativa, con un apretón de manos manteniendo una leve sonrisa y mirando a los ojos al entrevistador/a será más que suficiente.
Lo primero es tener una idea de qué es lo que están buscando para este puesto, en cuanto a competencias profesionales. Por ejemplo, si es para un puesto de cara al público, si no lo han puesto en la publicación de la oferta, está en tu mano ser consciente de que para un puesto de esas características la empresa buscará un perfil de candidato que tenga competencias tales como la confianza en sí mismo, orientación al cliente, habilidades interpersonales, iniciativa, resolución de conflictos, comunicativa, extroversión, etc. Tras conocer nuestras competencias (lo que podemos hacer) y nuestros conocimientos (lo que sabemos), debemos construir nuestra propuesta de valor con nuestra motivación hacia el puesto (lo que queremos hacer). En definitiva, nuestra propuesta de valor contendrá quienes somos, como somos, que podemos ofrecer a un proyecto/empresa y que estamos buscando. Responde a estas preguntas y construye tu propuesta de valor con un contenido de impacto y emocional.
En ocasiones, debido a diversos motivos como puede ser nuestra personalidad, las personas, en nuestras conversaciones o interacciones diarias, podemos ser demasiado habladores, o ser demasiado introvertidos.
Sin embargo, no podemos cometer el error de hacer esto en una entrevista de trabajo, donde el entrevistador está evaluando nuestra potencial capacidad de adaptación al puesto. Y por lo general, caer en la verborrea o en la timidez, puede resultar altamente negativo para nuestras probabilidades como potenciales candidatos.
Por ello, lo ideal es que nos mostremos relajados, comunicativos, y que respondamos a las preguntas con la suficiente cantidad de información en nuestras respuestas, sin caer en ser demasiado escuetos, ni extendernos en exceso. Lo importante es que sepamos comunicar nuestra propuesta de valor con un mensaje estratégico. Aunque el entrevistador no nos haya preguntado directamente por esta cuestión, es imprecindible que traslademos nuestro mensaje estratégico (propuesta de valor) de forma clara.
Uno de los aspectos más importantes que se suelen evaluar durante una entrevista de trabajo a un candidato es SU ACTITUD. En concreto, al hablar de la actitud durante una entrevista de trabajo, nos referimos al hecho de que el candidato “demuestre” durante la conversación esa proactividad, esa motivación por trabajar, esa voluntad de hacer frente a cualquier situación que se le pueda presentar, porque desea y está motivado por trabajar / adquirir el puesto.
Este aspecto es fundamental hasta el punto de que no es extraño que se produzcan casos en los que un candidato/a que cumple los requisitos básicos de una oferta de trabajo, es descartado por el hecho de que, tras la entrevista, el entrevistador ha percibido esta falta de actitud o motivación, que tal vez sí haya percibido en otro candidato al puesto. Y es que, guste o no, la actitud dice mucho de una persona, y también lo es en un proceso de selección, ya que un entrevistador observará si tu actitud sería la deseada en el caso de que te incorporaras al puesto. Al fin y al cabo, la actitud en gran medida es algo que depende de nosotros, por lo que seamos proactivos y mostremos nuestra ilusión, pasión y motivación por poder aportar valor. Recuerda que contratamos personas positivas, motivadas y apasionadas de su trabajo. Hazte este pregunta, ¿por qué te contratarías a tí mismo?
Cristóbal Lidón - Recruiter | Community Manager en IngenieroJob & Brandty.
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